Ir al contenido principal

¿Qué pasa con la política exterior de Brasil? (Podcast)

Comentarios

Entradas populares de este blog

El momento de la traición

Hace unos pocos días Iván Duque comenzó a gobernar Colombia y va a tener que definir qué rumbo darle a su presidencia. Es el segundo candidato, después de Juan Manuel Santos en 2010, que llega al máximo cargo político de la mano de ex Presidente Álvaro Uribe. Y todos parecen estar esperando lo mismo: que se repita la historia de traición. Pendientes del momento donde Damocles descubre que tiene sobre su cabeza una afilada espada, atada por un único pelo de crin de caballo, que puede caerle encima en cualquier momento. Las dos únicas maneras que ésta se desprenda son: cuando su peso no resista más la delgada cerda o cuando alguien de una buena vez lo corte. ¿Duque lo hará? ¿Entretendrá a Damocles con un gran banquete hasta que se corte el diminuto pelo y caiga sobre él la espada? ¿O no hay ningún banquete y ninguna espada sobre la cabeza de nadie? El primer día hábil después de asumir la presidencia, Juan Manuel Santos, tuvo dos reuniones importantes. Una con Néstor Kirchner, ...

La crisis política de Venezuela

Hace veinte años que la oposición venezolana intenta, por diversos y cuestionables medios, sacar al régimen chavista del poder.   Hasta ahora falló. Y puede volver a fallar. O no. La debilidad institucional de Venezuela es la que marca pulso de esta crisis que no es otra cosa que una crisis política. Claro que en el país hay muchas otras crisis como la económica o humanitaria. Pero ésta, es una que se va a resolver de manera política. No hay otra forma. Es la fragilidad de los organismos del Estado que Maduro ayudó a construir -o destruir mejor dicho- la que sirve para concentrarlos y neutralizarlos en su partido. A estas alturas ya no vale discutir cómo pasó. Pasó y punto. Es muy probable que ésta cúpula gobernante comprenda que cada día está más cerca del fin, pero sabe que no puede rendirse. Será sin dudas una resistencia hasta el final. No va a perder los privilegios y fortunas que amasó con tanto esfuerzo porque, por enésima vez, a la oposición se le ocurre derrocarl...

El G20 para la Argentina

En 2008 la economía de Estados Unidos mostró sus límites con el derrumbe de antiguos bancos de inversión y grupos hipotecarios. Ahí comenzó una crisis de escala mundial. Entonces el presidente George W. Bush convoca a los primeros mandatarios de las más diversas naciones para ver si, creando una nueva receta, no se volvían a quemar las papas del horno. El llamado incluía a aquellos países, que el G7 había decidido incorporar en 1999, a un tal G20. La excusa era que nadie estaba exento de futuras catástrofes y había que consensuar un nuevo orden económico mundial. Ese año Argentina estaba contentísima por una situación que hacía mucho tiempo no tenía: desendeudada y con gran liquidez gracias al aumento de los precios de los commodities. El Consenso de Washington había quedado en el olvido. Junto con algunos Estados de la región estábamos embarcados en un nuevo proceso de integración política, económica y comercial que nos generaría mayor autonomía. Justamente frente a los mismos...